El concepto de itinerario está estrechamente ligado al de gradualidad y a las etapas, que van señalando la progresividad del camino.

La diversidad en la catequesis (2)
Para pensar en los itinerarios.

El concepto de itinerario está estrechamente ligado al de gradualidad y a las etapas, que van señalando la progresividad del camino. Cuando, después del Concilio, el catecumenado reapareció en la pastoral catequística, el término itinerario fue reiteradamente utilizado en el discurso catequético, aunque no siempre con su significación propia. Muchas veces se ha llamado itinerario a una simple lista de contenidos secuenciados según los criterios de algún manual o texto de catequesis.

En la formación de catequistas se habla menos de itinerario y, salvo algunas excepciones, los centros de formación conservan en sus planes de estudio un tono escolar, en el cual las disciplinas se presentan a través de programas. El orden de presentación en el plan suele tener un carácter más ascendente o descendente, según el criterio de relación entre las llamadas materias de fundamento, las ciencias auxiliares y las disciplinas pastorales.

En la carta de convocatoria al II Congreso Catequístico Nacional en la Argentina (1987), los obispos animaron a los catequistas a “promover el itinerario catequístico permanente (ICP) en las comunidades, como respuesta a las exigencias de la nueva evangelización”. Más de 17.000 catequistas de todo el país asistieron a ese Congreso y se comprometieron en la reflexión y en los trabajos realizados. Pero, a pesar de los muchos esfuerzos y de la gran inspiración que ya venía de la Catechesi tradendae, muchas comunidades no lograron implementar el ICP. De hecho en el III CCN el tema volvió a ser estudiado.

En los últimos años la crisis de la iniciación cristiana favoreció la reflexión sobre los itinerarios iniciáticos y la catequesis con inspiración o talante catecumenal y, según creemos, la reflexión sobre los itinerarios puede contribuir, progresivamente, no sólo contribuir a una mejor comprensión del concepto, sino sobre todo al diseño e implementación de auténticos itinerarios en la pastoral catequística.

Acompañar los procesos de fe del grupo de catequesis no se limita a imponer un programa de contenidos, ni unos tiempos rígidos en los cuales han de desarrollarse. Supone dar el paso del programa al itinerario, tanto en los procesos catequísticos como en la formación de catequistas. La implementación de un verdadero itinerario pide estos requisitos: el conocimiento de la situación de los interlocutores a los cuales está dirigido el mensaje (contexto y maduración psico – ética – espiritual) y la gradualidad expresada en los objetivos, contenidos, experiencias, actividades. (Padre Cote Quijano en "Catequistas en salida") (Continuaremos esta reflexión).